A raíz de la pandemia de carácter mundial producida por el COVID-19, más investigaciones científicas están girando en torno a ese tema.
La comunicación no es la excepción; pues, en este campo disciplinar y todo lo que se desprende de él, se han dado cambios importantes como: la agudización de dificultades en el periodismo ecuatoriano.
En una sociedad repleta de información, el ejercicio periodístico cobra especial relevancia, sobre todo, como una actividad para detectar fake news y otros trastornos de la información. Contar con medios de comunicación que proporcionen noticias veraces y que puedan informar sin censura es fundamental para que los ciudadanos formen su criterio, sin embargo, no siempre es posible.
En los últimos dos años, cuando la emergencia sanitaria mundial a causa de la pandemia por el COVID-19 influyó para que dependamos más de Internet y las tecnologías para superar el confinamiento, el papel de los medios de comunicación, como canales para mantenernos informados desde el confinamiento, se acentuó pero, de forma paralela, lo hicieron dificultades existentes.
En el caso de Ecuador, donde hay 822 medios registrados, ha sido necesario analizar las limitaciones que experimentan los periodistas ecuatorianos al momento de cumplir con su labor,
luego de un periodo tan ajetreado y al enfrentarnos a una realidad nunca antes concebida. Es así como nace la iniciativa de tres docentes investigadores de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), quienes se plantearon conocer de primera mano los riesgos que enfrentan los trabajadores de la prensa ecuatoriana al realizar coberturas, centrándose en aquellos periodistas que realizan periodismo de investigación en medios digitales. Con este fin, se realizaron entrevistas semi estructuradas a 136 periodistas, conociendo la realidad de más de 30 medios de comunicación.
Surgieron algunas interrogantes claves por resolver: ¿qué dificultades encuentran los periodistas al momento de realizar su trabajo?, ¿existe el respaldo y la apertura para que recaben la información necesaria para desarrollar sus investigaciones? Sorprendería saber que, a criterio de algunos periodistas de Ecuador, la respuesta a esta última pregunta es no.
Obstáculos en el ejercer
“Los primeros recortes que suceden en las redacciones son a los equipos de investigación periodística”
César Ricaurte
La crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 forzó el cierre de más de una docena de medios de comunicación, y, en otros, obligó a realizar un recorte del personal, dejando como resultado más de 20 mil trabajadores despedidos, según una investigación realizada por el colectivo Periodistas sin Cadenas. Esta situación afectó sobre todo a las áreas dedicadas a la investigación periodística, debido a que aquellas que realizaban cobertura diaria, eran las que mantenían a flote a las empresas de comunicación.
César Ricaurte, periodista con más de treinta años de experiencia y presidente de Fundamedios, menciona que a raíz de la pandemia se evidenciaron algunas problemáticas ya existentes en la prensa ecuatoriana, entre ellas, el acceso a la información. El no contar con fuentes confiables, en relación con la situación epidemiológica al inicio de la pandemia, suponía trabas al momento de realizar periodismo de investigación.
Por su parte, Arturo Torres, editor de Código Vidrio, afirma que no existe transparencia en la divulgación de información dentro del sector público. Esta situación se confirmó durante la crisis sanitaria, donde el gobierno y sus instituciones no manejaron correctamente los datos, lo que impidió tener cifras reales y un panorama claro de lo que estaba ocurriendo en el momento más crítico de la pandemia.
Medios digitales, ¿el sector más afectado?
La Sociedad de Periodistas Profesionales señala en su Código Ético que uno de los principios básicos del periodismo es contar con pluralidad de fuentes, y con esto, asegurar la contrastación de la información. Pero ¿qué sucede cuando no se brinda apertura a los periodistas y se limitan las entrevistas o el acceso a la información? Kruzkaya Ordoñez, investigadora de la UTPL, asegura que los periodistas catalogan como actividades de alto riesgo alto el buscar una fuente y denunciar un acto de corrupción que esté ligado con el poder.
Si bien el acceder a entrevistas o información ya supone una dificultad en el contexto periodístico ecuatoriano, esta situación se ve agravada cuando de medios nativos digitales se trata, así lo menciona Jonathan Bustamante, creador del único medio digital de Cañar “Pilas Primito”. El periodista afirma que “contrastar fuentes se ha convertido en una tarea muy complicada”, debido a que al momento de solicitar entrevistas estas no son aceptadas por ser un medio digital nuevo y de gente joven.
Resulta intrigante pensar cómo se espera un correcto desempeño de la prensa, cómo las autoridades exigen un periodismo justo, imparcial y veraz, cuando son los mismos funcionarios públicos que no conceden entrevistas o no facilitan el acceso a la información que debe ser de dominio ciudadano.
Dentro de la actual sociedad hiperconectada, los medios digitales tienen el gran reto de adentrarse en la virtualidad y convertirse en los contenidos prioritarios de las audiencias, sin embargo, dicho posicionamiento es aún una tarea difícil de lograr. Hace falta educar a las audiencias para que sepan distinguir cuál es el contenido verdadadero, que sean capaces de identificar qué medio es el que contrasta fuentes e investiga, pues, mucho se ha observado que los ciudadanos prefieren el contenido llamativo, lleno de morbo, el cual es difundido con más rapidez generando desinformación.