OIME Y TRES UNIVERSIDADES PARTICIPARON EN LA SEGUNDA ETAPA DEL PROYECTO “CUIDARNOS JUNTOS” DE PFIZER

El Observatorio Interuniversitario de Medios Ecuatorianos (OIME), la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC), y la Universidad Central del Ecuador (UCE) participaron desde octubre de 2023 hasta abril de 2024 en la segunda etapa del proyecto “Cuidarnos juntos” impulsado por la industria farmacéutica estadounidense Pfizer. El objetivo de este proyecto consiste en ofrecer recursos informativos con respaldo científico sobre distintas patologías para fomentar un estilo de vida saludable a través de los ejes: Ejercicio, Alimentación, Salud Mental y Mi Salud. 

Se realizó un total de nueve publicaciones que estuvieron dirigidas, fundamentalmente, a la población de Cangahua, una de las parroquias rurales más antiguas del cantón Cayambe, en la provincia de Pichincha, y donde el Kichwa es el principal idioma de interrelación de sus habitantes.

Para la elaboración de los materiales ilustrativos y auditivos, representantes de Pfizer entraron en contacto con OIME que, entre otras actividades de lucha contra la desinformación, organiza espacios y realiza notas de divulgación científica en Kichwa y Castellano. La producción de los contenidos relacionados con patologías como el melanoma, cáncer de colon, neumonía, Covid-19, Accidente Cerebrovascular (ACV), meningitis y neumococo, estuvo a cargo de quienes integran la sección OIME News, donde colaboran estudiantes de la USFQ, UTC, UCE y otras tres universidades.

En esta etapa se entregaron nueve notas de salud traducidas al Kichwa, a las que se sumaron publicaciones para redes sociales (RRSS). Además, se produjo material multimedia en el que se incluyeron un podcast e infografías en Castellano y Kichwa a partir de los recursos informativos proporcionados por Pfizer. Queda pendiente retomar la realización de espacios de reflexión en el #DivúlgaloTodo del OIME transmitido por XSpace sobre temas de salud vinculados a las temáticas tratadas en el material publicado.  

El equipo de trabajo estuvo conformado por dos traductores de Castellano a Kichwa, más un validador de las traducciones, un productor/diseñador de contenidos multimedia, un redactor multimedia, un presentador indígena, un editor de contenidos, un administrador de redes sociodigitales, un coordinador multimedia y finalmente un coordinador general del proyecto, que acompañó el cumplimiento de cada uno de los componentes de acuerdo con el cronograma establecido y que a su vez fue el enlace entre Pfizer y las instituciones participantes.

La importancia y las estrategias de divulgación científica

Sofía Cabrera, Coordinadora de ESPOL Divulga, proyecto de divulgación científica de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, resalta que este tipo de proyectos impulsados por Pfizer permiten llegar a audiencias no especialistas y promover el conocimiento de la ciencia de manera efectiva con el apoyo de estudiantes universitarios de la carrera de Comunicación y Periodismo. Pablo Lomas, comunicador y docente de la Universidad Técnica de Cotopaxi, coincide con este criterio al destacar la importancia de la academia en la contribución de manera práctica para la difusión de información vinculada a temas de salud.

“La desinfodemia es una pandemia más fuerte que la producida por el coronavirus”, sostiene Cabrera al recordar que durante la pandemia de la Covid-19, el público estuvo altamente expuesto a contenidos desinformativos y virales que circularon sobre todo por plataformas digitales poniendo incluso en riesgo la vida de las personas. En este contexto, para la divulgadora científica también es importante trabajar en la alfabetización digital para que la ciudadanía se informe mediante canales validados. Por ello, comenta que una de las estrategias que ha emprendido para salir a luchar contra la desinformación es motivar a científicos y científicas para que publiquen contenido en las redes sociodigitales y vayan tomando lugar en el espacio público.

Por su parte, Lomas, quien fue el coordinador general de la segunda etapa de “Cuidarnos Juntos” en Ecuador, agrega que es fundamental que los comunicadores estén formados para la difusión científica. Esto implica que sepan leer, interpretar y comprender cómo se construye un artículo científico desde la metodología, así como tener la capacidad de diferenciar cuáles son las publicaciones científicas más serias y avanzadas para ubicar referentes con los que se pueda verificar y contrastar la información.

“Para luchar contra la desinformación en temas de salud es trascendental tener a la mano lo más avanzado de los últimos desarrollos científicos. Esto implica no limitarse a tener únicamente a los médicos como fuentes”.

En el caso de las estrategias para involucrar a más estudiantes de Comunicación y Periodismo en la divulgación científica, la docente de grado y posgrado Sofía Cabrera manifiesta que es vital hacer un cambio de paradigma en la enseñanza.

“Así como nos enseñaron a escribir un artículo académico, un informe de laboratorio, debemos aprender a escribir un artículo de divulgación… Pensamos que los deportes y la política son los únicos temas que se pueden abordar desde la Comunicación, pero también está la ciencia, este cuerpo de conocimientos que a lo largo del tiempo nos ha demostrado cómo evoluciona el mundo”

Desde otras miradas, Saúl Latacunga, graduado en Comunicación en la UTC, representante de la cultura Panzaleo y traductor del Castellano a Kichwa, señala que, para acercarse a las zonas rurales con información sobre salud, las universidades deben promover que los estudiantes hagan visitas territoriales para conocer las realidades de las comunidades indígenas que habitan en el campo. El joven comunicador reconoce que en estas áreas no existe información suficiente sobre los avances en la medicina y que hay personas de la tercera edad que no comprenden estos temas en el idioma Castellano.

De su lado, María Ushco, profesional de la Comunicación por la UTC y también integrante del pueblo Panzaleo, adiciona que el autoaprendizaje es esencial para especializarse en periodismo científico. Ella comparte con Saúl que se debe tratar de llegar con información a los lugares más lejanos, donde la nueva tecnología no está al alcance y la radio comunitaria sigue siendo el principal medio de comunicación.

Para Adrián Idrovo, estudiante de Periodismo de la USFQ y quien participó en la recolección de información de fuentes humanas y documentales sobre el cáncer de colon enfocado en la nutrición, el desafío estuvo en generar en un lenguaje sencillo y dinámico para el contenido de esta temática. “Como periodistas, estamos llamados a simplificar el mensaje sin perder información valiosa”, precisa Adrián.

Martina Palacios, graduada en Periodismo de la USFQ y quien acompañó a Adrián Idrovo en la búsqueda de fuentes referidas al cáncer de colon, declara que este trabajo con Pfizer le permitió reflexionar sobre esta enfermedad que puede acabar con la vida de varias personas sin importar la edad. Martina ha trabajado anteriormente en temas de salud femenina.

“Generalmente, los medios de comunicación se enfocan mucho en lo coyuntural, político, económico y se descuidan los temas de salud”

Para la periodista es vital que se aborden temas de salud que nos involucran a todos, con la diferencia de que no todos son pacientes o médicos, pero es necesaria la información en este ámbito. Desde su punto de vista, aquí se encuentra un reto para los periodistas jóvenes.

El enfoque intercultural en la difusión de contenidos sobre salud

Para Sofía Cabrera, es esencial el enfoque intercultural, pues no solo se debe hacer contenido para el público hispanohablante. Hay que respetar el contexto cultural de cada comunidad para llegar a su formación social y marcos de referencia. Con esta apreciación concuerda Pablo Lomas, quien añade que la adaptación de mensajes a otros idiomas amplifica la audiencia y aporta significativamente a la inclusión y el acceso equitativo a la información sobre salud en los pueblos kichwas. A estas ideas se adhiere María Ushco, quien expresa que la difusión de contenidos en idioma Kichwa valora otras culturas y permite a las comunidades que se informen directamente en su lengua materna y así también se evite la desinformación.

Además, el profesor Lomas hizo alusión durante la entrevista a que hay términos científicos que en Kichwa prácticamente no existen. En esos casos se recurrió a alternativas como figuras para aproximarse a la terminología. Al mismo tiempo, valoró la decisión de crear un podcast, pues en las comunidades kichwas persiste la tradición oral. Esto significa que para la emisión de un mensaje se deben considerar las principales formas de comunicación de cada población. 

Saúl también comparte los desafíos que enfrentó al realizar el proceso de traducción. “Es complicado traducir temas de medicina en Kichwa”, confiesa. Al toparse con palabras científicas que no aparecen en los diccionarios de su lengua materna, debió mantener el español. De igual modo, acentúa que el Kichwa al ser más hablado que escrito, son primordiales los productos sonoros y audiovisuales para que los mensajes tengan un mayor alcance.

Desde la voz de Martina Palacios, se recuerda que el acceso a la información es un derecho y esto comprende atender las diversidades para que sean muchas las personas que conozcan sobre temas de relevancia, como los de salud. “Todos merecemos estar informados”, concluye Martina.

El uso de nuevas tecnologías para la divulgación científica

Sofía Cabrera considera que el uso de las nuevas tecnologías es necesario para llegar a diversas audiencias, teniendo en cuenta que el público ya no está sentado frente al televisor como en los años 70-80. En este sentido, argumenta: “ahora tienes audiencias que escuchan podcast, ven vídeos de TikTok, que revisan hilos en X o carretes informativos en Instagram”. Saúl Latacunga corrobora esta puntualización al comentar que en las comunidades indígenas de los sectores rurales, los jóvenes usan con frecuencia las redes sociodigitales como Facebook y TikTok.

Desde la perspectiva del docente Pablo Lomas, la producción de contenidos va más allá de lo instrumental o lo tecnológico. Así, el proyecto ejecutado con Pfizer permitió ratificar que los procesos de comunicación se realizan entre seres humanos. De igual manera, recalca que las nuevas tecnologías sirven de apoyo para mantener diálogos permanentes en línea desde distintos lugares y realizar el seguimiento respectivo al trabajo.  

Para Carol Vallejo, estudiante de Periodismo de la USFQ, quien estuvo a cargo de la coordinación del trabajo de sus compañeros y de la realización de material para el proyecto “Cuidarnos Juntos” enlazado con la Covid-19, las herramientas tecnológicas son necesarias en un mundo que cada vez más consume noticias en las redes sociodigitales. “Hay que trabajar en contenidos más concisos y agradables a la vista”, fundamenta Vallejo.

Tatiana Sandoval Pizarro

OIME News – Facso/UCE

tpsandoval @uce.edu.ec

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